Poeta sevillano. Hijo de militar, se educó en un ambiente de rigidez e intransigentes principios. Estudió Derecho en la Universidad de Sevilla. Allí conoció a Pedro Salinas. En los años 20 se trasladó a Madrid, donde entró en los ambientes literarios de lo que después se llamará la Generación del 27 de la que formaría parte. Su descontento con el mundo y su rebeldía se deben a su condición de homosexual y la consiguiente marginación.
Me ha gustado el retazo de un poema que dedicó a García Lorca cuando murió:
Por eso te mataron, porque eras
verdor en nuestra tierra árida
y azul en nuestro oscuro aire.
Su primera obra: “Perfil del aire”, está en la línea de la poesía pura. “Donde habita el olvido” es un libro desgarrador por la sinceridad con la que aborda el fracaso amoroso. Destaco también: “Los placeres prohibidos”.
Su poesía evita el énfasis formal y busca lo indefinible, lo aéreo. Por eso huye de la estrofa y la rima, y cuando utiliza alguna, es la asonante, que es la que ofrece más libertad. Se centra en la experiencia humana. Canta el choque entre el deseo y la realidad, que deja al poeta sólo el consuelo del recuerdo y unos pocos instantes de gozo intemporal.
Una poesía muy humanista que podría muy bien tomar pie en nuestros tiempos movedizos.
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